
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
-- Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.) Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado, amaos también entre vosotros.
La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros.
Palabra del Señor
COMENTARIO
“Les doy un mandamiento nuevo”.
Son las palabras de Jesús a sus discípulos en las que se percibe cierto tono de despedida, de alejamiento y en este tono tal pareciera que les deja su testamento. Suponemos entonces que Jesús está hablando de una separación entre Él y sus discípulos.
De manera que la relación entre ellos será de una manera distinta, ya no podrán estar y seguir con el maestro sino a través de la cruz y es aquí donde les otorga un don, un regalo. Don que revela el único y nuevo camino por el cual los discípulos podrán ahora seguir a Jesús y mantenerse en comunión con Él: ¡el mandamiento nuevo del amor!

El amor es, la señal de la pertenencia a la comunidad de Cristo y el testimonio más vivo y eficaz del paso del Hijo de Dios en medio de nosotros.
Solo así los demás “reconocerán que ustedes son mis discípulos”. Por lo que podríamos hacer grandes confesiones de fe, obtener grandes logros como Iglesia, distinguirnos por nuestra sabiduría, elocuencia o sagacidad, pero si los demás no reconocen el amor de Cristo entre nosotros, no podemos llamarnos cristianos.
Esta semana: Haz que se te note el amor de Cristo cuando te relacionas con los demás.
Fuentes:
Pbro. Jorge Raúl Villegas Chávez
Archidiócesis de León .Mx.
Blog Parroquial
Ángel Corbalán
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