lunes, 31 de enero de 2011

« Alumbre así vuestra luz a los hombres » (Oración al Altísimo)




BENDICIÓN AL SANTÍSIMO


S.: Les diste el pan del cielo.
P.: Que contiene en sí todo deleite.

INTRODUCCIÓN

El Evangelio de este domingo nos sitúa en el contexto del sermón de la montaña. Estamos al inicio de la aventura de Jesús. Ha comenzado en Galilea reclutando discípulos. Ahora los instruye. Su doctrina es provocadora por inaudita. Los pobres, los que lloran, los pacíficos, los que responden al mal con el bien son los dichosos y felices.
Con las bienaventuranzas ha marcado el perfil de sus seguidores. El hombre, la humanidad que Jesús propone y exige a los suyos es la auténtica, aquella que salió de las manos del Creador, la modelada a su imagen y semejanza, la que Jesús mismo representa.
Ahora culmina la catequesis con unas afirmaciones ricas en simbolismo, sus seguidores, los que escuchan su palabra y la siguen, son sal y son luz y lo son no sólo para sí mismos sino para el mundo, por su medio la luz de Cristo alumbrará a todos y darán sabor y sentido a todo vivir.

ORACION-MEDITACIÓN CON JESÚS LUZ DEL MUNDO


“Un cristiano es un tabernáculo del Dios vivo. Él me ha creado, me ha escogido, ha venido a habitarme, porque tenía necesidad de mí. Ahora que habéis aprendido cuánto os ama Dios ¿hay algo que sea más natural para vosotras que pasar el resto de la vida en irradiar este amor? Ser verdaderamente cristiano es acoger plenamente a Cristo y llegar a ser otro Cristo. Es amar como somos amados, como Cristo nos ha amado en la cruz.” Sta. Teresa de Calcuta

Señor Jesucristo, creo que eres el Hijo resucitado y glorioso de Dios Padre y que estás aquí entre nosotros, vivo e intercediendo por mí amándome y queriendo ayudarme. A ti me entrego, confiado/a

¡Porque sé que quieres curarme y eres omnipotente para hacerlo!

Señor Jesús, Te lo ruego: perdona mis pecados, fallas y omisiones y cura, principalmente en mí, mis malos hábitos. Quiero, con tu gracia, perdonar a los que me ofendieron y afligieron.

Jesucristo, mi Dios y mi Amigo, en este instante Te acepto como mi amado Salvador y Señor, único dueño de todas las áreas de mi ser, de todo lo que soy y poseo.

Jesús, mi Señor y Rey, Te pido que entres ahora en mi vida y permanezcas conmigo según lo prometiste: "Estaré siempre contigo, hasta el fin de los tiempos." Yo creo en tu Palabra.

Señor Jesús, yo Te entrego, en este momento, mi mente, mi voluntad
Amen.



MONICIÓN AL EVANGELIO

Mateo, expresa cuál es la misión de los creyentes de todos los tiempos: ser sal y luz para el mundo. Tanto la sal como la luz son elementos necesarios en la vida cotidiana de las familias.
Sal y luz, entonces, hablan de la tarea del seguidor fiel de Jesús: Expresar la fe, su integración con el proyecto de Dios a través del testimonio de vida, a través de las buenas obras, de los buenos frutos; tiene la misión de mantener el sabor y la luminosidad de la Palabra de Dios en todo tiempo y lugar del mundo

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5,13-16)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:

«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.

Vosotros sois la luz del mundo.
No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.

Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.
Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor


REFLEXIÓN

El cristiano tiene que ser vida y decir no al egoísmo, la codicia y la violencia.

Estamos llamados a anunciar y testimoniar el amor, la solidaridad y la paz como fuerza que transformará la historia.

Solo así podrá resplandecer el Reino de Dios para la humanidad.

No podemos perder el sabor ni la luminosidad cristiana.

Son muchos los que nos quedamos en palabras y más palabras.

Otros en meras prácticas piadosas.

Tenemos que…

Invertir la religión y hacerla espíritu y verdad.

Una religión que busque, por encima de todo, a la fraternidad y al amor.


PRECES

*Al caer la tarde tú Hijo nos ofreció su cuerpo como alimento de vida eterna,
- acepta nuestra oración vespertina y haz que no falten en tu Iglesia vocaciones religiosas al servicio de los más necesitados.
*Padre de bondad, que aceptaste la ofrenda de tu Hijo,
- suscita en nuestras parroquias jóvenes dispuestos a dar su vida por ti en servicio a sus hermanos.
*Te pedimos Señor por las familias cristianas,
- para que sean “Iglesia doméstica” donde puedan nacer futuras vocaciones para la Iglesia universal.
*Te pedimos Señor por los Seminarios y Noviciados
- que los jóvenes que allí se preparan vivan su formación con gozo y generosidad.
*Al llegar a su término esta jornada, haz que no decline en la Iglesia la esperanza de tu Reino,
- enriquécela con numerosas vocaciones a la vida consagrada..
*Dios misericordioso, que hiciste de María un modelo de entrega a los hermanos,
- haz que los jóvenes vean en ella un modelo a imitar.
*Señor, te rogamos por el fruto de la Jornada Mundial de la Juventud,
- para que sea un tiempo de Gracia donde se impulse la vida de fe de nuestros jóvenes y se fortalezca el trabajo con ellos.
*Cristo salvador, tú que eres la luz para alumbrar las naciones,
- ilumina a los que aún te desconocen y haz que crean en ti, Dios verdadero.
*Redentor nuestro y gloria de tu pueblo Israel,
- haz que tu Iglesia sea la luz de las naciones.
*Tú que nos llamas a ser "luz del mundo".
- Ayúdanos a iluminar nuestras vidas. Para que seamos siempre luz.


ORACION FINAL.



María de los jóvenes,
Virgen alegre y valiente,
Mira a todo tu pueblo joven
que necesita un ideal.
Danos un entusiasmo ante la vida,
capacidad de amor hasta la muerte.
Ayúdanos a unimos para trabajar
por la paz y la justicia.
Virgen joven, Virgen del amor,
Virgen de la sonrisa y del compromiso,
ruega por toda la juventud
y por nuestro grupo de oración de San García Abad,
que busca el amor con entusiasmo.
Amén.








Fuentes:
Iluminación Divina
Ana Navarro
Ángel Corbalán
Blog San García Abad.

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