
A lo largo de algo más de tres años, he desempeñado con mucho entusiasmo la función de vice-presidente del Consejo Pastoral Parroquial. Desde un principio, aunque todo era novedoso para mi, era tan grande la ilusión que tenía que, cualquier cosa por desconocida o difícil que fuera, me atrevía a afrontarla.
Empecé con molestias físicas que arrastraba de haber superado un trance muy difícil y que para mí, y mis familiares, fue hasta milagroso el que hubiera sobrevivido a aquel trance infeccioso y con hemorragias que me pudo costar la vida.

Pues bien, empecé a acudir a la Parroquia de San García Abad, a pedir a Dios por mi salud, para agradecerle que me hubiera salvado la vida y desde entonces, me fui encontrando mejor física y espiritualmente. Debo dar gracias a mi admirada y amiga, Gertrudis y las señoras de la Pastoral de Oración, que siempre y cada vez que podían , rezaban por mi salud. Y Dios, en su Inmensa Misericordia, las escuchó.

He podido comprobar en primera persona, la cantidad de feligreses anónimos que colaboran en la Parroquia y por ende, con la Comunidad de San García Abad, con su trabajo, esfuerzo, comprensión, animación, estímulos y hasta con dinero…sobre todo en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir a todos. A todos ellos, mi gran admiración y solidaridad.
Pero, mira por donde, los problemas que sólo veía en los demás, ahora, los tengo en mi familia. Y debo hacerme cargo, asumir más responsabilidad, para aportar o encontrar las soluciones a cada uno de ellos. Y por lo tanto, empezaré con dedicarle el tiempo necesario, el trabajo y más presencia. Lo que no es compatible para llevar a cabo la misión que hasta la fecha y voluntariamente aceptada me ligaba al Consejo Pastoral Parroquial.
En esa carta, destaco la importancia que ha sido tanto para este feligrés como para toda la Parroquia, los trabajos realizados y esa encomiable labor Pastoral, tanto del primer párroco que conocí, Don Andrés Drouet Salcedo, que alternaba la Pastoral de Vocación y Juventud de la Diócesis, con sus obligaciones pastorales de nuestra parroquia, y la del reverendo, Don José Carlos Del Valle Ruiz, que ha alternado como pastor y párroco la parroquia de Nuestra Señora de la Luz y la de San García Abad, aportando en cada momento su dilatada experiencia y su grandes dotes de humildad hacia todos los feligreses.

Y sin más quedo a vuestra disposición, en el tiempo que tenga disponible.
Que Dios os bendiga. Amén
-Ángel Corbalán -
Desde Cortijo de Vides Te deseo lo mejor por tu trabajo, tu entrega y dedicación a todo lo que haces.
ResponderEliminarGracias por haber estado allí con el Mercadillo Solidario,
Un Amigo, Antonio Torrejón.
Muchas gracias, amigo Antonio. Vosotros, tanto tu señora como tú, estais haciendo una labor pastoral de mucho esfuerzo y gran calidad en vuestra Parroquia de Nuestra Señora de la Luz. Que Dios, Nuestro Señor, os bendiga.
ResponderEliminarUn abrazo
Ángel