jueves, 31 de mayo de 2012

Hoy celebramos...La Visitación de María a Isabel !!


«He aquí la esclava del Señor... Y mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo... y está en el sexto mes...» Prepara María el hatillo con algo de ropa y unas sandalias.

Mete el velo que la protegerá del sol y del aire, pone algunas viandas y poco más.

San José acompañándola porque nunca quiso dejarla sola desde que la recibió en su casa; pero eso es intuición, no dato.

«También Isabel... » Tiene muchas ganas de llegar; motivos de premura no faltan: trasvasar la alegría de pariente a pariente, desbordar el propio gozo, compartir el misterio, servir.
Son sólo cuatro o cinco días, qué largo se hace el camino.

El relato es muy parco en noticias; no nos refiere aspectos sobre los lugares pisados, los modos de descanso.
El «shalón» de saludo acostumbrado entre los hebreos hoy tiene un tono distinto. Algo excepcional por lo misterioso conocido y lo grandioso oculto está presente en las dos primas cuando se abrazan y besan.

 Notan como un correr apresurado de la sangre por todo el cuerpo, el nervio, el cariño acumulado, el afecto, la sorpresa... ¡la Gracia de Dios!. Salta el niño en el seno de Isabel; es un brinco de expectación humana ante el Mesías que está llegando y del hecho santificador. La exclamación de alegría sale espontánea de santa Isabel: «¡Bendita tú... la Madre de mi Señor!» No es un hijo, sino El Hijo, a quien lleva, santificando ya antes de alumbrarlo. Siempre se entendieron Madre e Hijo sin largo parlamento; así pasó en Caná y en la Cruz: pocas palabras ... no era escasez, sino plenitud.

«Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.

Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.

Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahám y de su linaje por los siglos»

 Es canto de acción de gracias y de alabanza que expresa la razón del júbilo plasmado en lo humilde sin encogimiento ni ignorancia. Es la aceptación del poder de Dios que se expresa en misericordia y fidelidad para con los que ama, haciendo poderosamente ricos a los pobres y dando a los ricos el conocimiento de su vacía limitación.


Ciertamente, en la Visitación aparece santa María como Mediadora entre toda la humanidad y Dios; es el Modelo y en ella radica la Esperanza.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Hoy es Santa Juana de Arco !!


Hija de campesinos, Juana de Arco nació en 1412 en Donremy, Francia. Jamás aprendió a leer y escribir pero su madre que era muy piadosa le infundió una gran confianza en el Padre Celestial y una tierna devoción hacia la Virgen María. 


A causa de los estragos de la invasión de los ingleses, Francia atravesaba una difícil situación. Por revelación divina, la santa supo cuál que su misión era salvar a su patria y al rey de las manos de Inglaterra. 
Sin embargo, sus familiares, amigos y oficiales de la corte francesa desoyeron su petición de sostener un encuentro con el rey. 


Al fin, luego de muchos intentos, Juana de Arco conversó con el monarca, quien se quedó impresionado de la sabiduría y revelaciones de la santa. 

Los ingleses habían invadido y dominado casi toda Francia; sólo faltaba una ciudad importante: Orleans, y por petición de Santa Juana, el rey Carlos y sus militares le concedieron el mando sobre las tropas, nombrándola capitana. 

Juana manda a confeccionar una bandera blanca con los nombres de Jesús y de María y al frente de diez mil hombres se dirige hacia Orleans, donde logra un triunfo glorioso. 


Luego, se dirige a otras ciudades donde logra la victoria y la libertad del dominio inglés. Sin embargo, a causa de envidias y ambiciones entre los miembros de la corte del Rey Carlos VII, éste retira a Juana de sus tropas, cayendo herida y hecha prisionera por los borgoñones en la batalla de París. 
La santa fue abandonada por los franceses; pero los ingleses estaban supremamente interesados en tenerla en la cárcel, pagando más de mil monedas de oro a los de Borgoña para que se la entregaran, siendo sentenciada a cadena perpetua. 


En la prisión, la santa sufrió las más terribles humillaciones e insultos, pero se mantenía adherida a la cruz del Señor y a la protección de la Madre del Cielo y de San Miguel Arcángel. 

Los enemigos de Juana la acusaron de utilizar brujería y conjuros para obtener sus conocidas victorias en Francia. 

Juana de Arco siempre negó todas las acusaciones y pidió que el Pontífice fuese el que la juzgase. 



Todos desoyeron su petición, y la santa fue condenada a padecer en la hoguera. 
Murió rezando y su mayor consuelo era mirar el crucifijo que un religioso le presentaba y encomendarse a Nuestro Señor. Era el 29 de mayo del año 1431. 

Tenía apenas 19 años. En 1454, el Papa Benedicto XV la proclamó santa.

Oremos 


Concédenos, Señor, un conocimiento profundo y un amor intenso a tu santo nombre, semejantes a los que diste a Santa Juana de Arco, para que así, sirviéndote con sinceridad y lealtad, a ejemplo suyo también nosotros te agrademos con nuestra fe y con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.Amén.

martes, 29 de mayo de 2012

Festividad de los santos Voto y Felix de Zaragoza!!

Todo Aragón, con Zaragoza, está dominado por los sarracenos que hace más de medio siglo llegaron a España. Los discípulos de Jesucristo, tienen que pagar tributos especiales al moro si quieren seguir haciendo las prácticas cristianas. Así, disgustados y humillados como muchos otros, viven los hermanos Voto y Félix que son gente perteneciente a la nobleza, piadosos y buenos con los pobres. Voto es amante de la caza. 

Ha herido a un ciervo en el monte, y recorre la maleza para atraparlo. Alertado por los ladridos, ve al animal que va huyendo; espolea su caballo. El ciervo se despeña por un precipicio y, cuando Voto quiere darse cuenta, se ha desbocado el caballo.
Se encomienda a san Juan Bautista y el caballo se inmoviliza, en el borde de la sima. (Aún hoy los vecinos muestran la peña y las huellas que dejaron allí los hierros del animal) Inspecciona Voto el lugar, encontrando entre las matas y arbustos una ermita dedicada a san Juan Bautista.

En su interior tiene un hombre muerto y una escritura donde se lee: «Yo, Juan, eremita en este sitio, habiendo despreciado al mundo, fundé como pude esta ermita en honor de san Juan Bautista, y aquí descanso en paz. Amén.»
No sabe qué hacer ¡son tantas las cosas sucedidas en tan poco tiempo!... decide dar sepultura al muerto y regresa a su casa con el alma encogida y ansiando poner al corriente de los acontecimientos a su hermano Félix.

 Deducen que el muerto bien pudiera ser Juan, el de Atarés, de quien nadie daba razón desde hacía años; si acertaran en su conjetura, todo se explica por el retiro a una vida solitaria y santa. Ahora todo se les junta en la cabeza: la presencia de los moros y las dificultades para ser hombres íntegros de fe. 


Deciden repartir sus bienes entre los pobres y se marchan al monte Panno; construyen dos ermitas junto a la que ya había y comienzan un retiro en paz. Allí contemplan con piedad la Pasión de Cristo, meditan las verdades eternas; alimento de raíces, hierbas y frutos que da el campo, en alguna trampa caen animales y, sorbetean algunos huevos de nidadas salvajes. 

 Descubierta su presencia, van agregándose gentes que construyen otras cabañas donde vivir en la proximidad y abrigo de los eremitas.


Voto muere primero, el día 29 de mayo, algo después Félix. Su fiesta se celebra el mismo día por la unión mantenida en el sitio, tiempo y modo de santidad. 

Esa ermita primera, fue el origen de San Juan de la Peña, cuna del resurgimiento aragonés, en donde se veneran los restos de los dos santos, con los del eremita Atarés.


Oremos 





Vosotros sois luz del mundo Y, ardiente sal de la tierra, Ciudad esbelta en el monte, Fermento en la masa nueva. Vosotros sois los sarmientos, Y yo la Vid verdadera; Si el Padre poda las ramas, Más fruto llevan las cepas. Vosotros sois la abundancia Del reino que ya está cerca, Los doce mil señalados Que no caerán en la siega. Dichosos, porque sois limpios Y ricos en la pobreza, Y es vuestro el reino que sólo Se gana con la violencia. Amén Dios todopoderoso y eterno, que al premiar a los santos nos ofreces una prueba de tu gran amor hacia los hombres, te pedimos que la intercesión y el ejemplo de los santos nos sirva siempre de ayuda para seguir fielmente a Jesucristo, tu Hijo. Que vive y reina contigo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Hoy es San Germán de Borgoña !!


Germán, obispo († 576) Nació Germán en la Borgoña, en Autun, del matrimonio que formaban Eleuterio y Eusebia en el último tercio del siglo V. No tuvo buena suerte en los primeros años de su vida carente del cariño de los suyos y hasta estuvo con el peligro de morir primero por el intento de aborto por parte de su madre y luego por las manipulaciones de su tía, la madre del primo Estratidio con quien estudiaba en Avalon, que intentó envenenarle por celos.



Con los obispos tuvo suerte. Agripin, el de Autun, lo ordena sacerdote solucionándole las dificultades y venciendo la resistencia de Germán para recibir tan alto ministerio en la Iglesia; luego, Nectario, su sucesor, lo nombra abad del monasterio de san Sinforiano, en los arrabales de la ciudad. Modelo de abad, con el ejemplo en la vida de oración, la observancia de la disciplina, el espíritu penitente y la caridad.


Comienza a manifestarse en Germán el don de milagros, según el relato de Fortunato. Se había propuesto el santo abad que ningún pobre que se acercara al convento a pedir se fuera sin comida; un día reparte el pan reservado para los monjes porque ya no había más; llegan al convento dos cargas de pan y, al día siguiente, dos carros llenos de comida para las necesidades del monasterio.


El obispo, celoso por las cosas buenas que se hablan de Germán, lo manda poner en la cárcel sin motivo; las puertas se le abrieron al estilo de lo que pasó al principio de la cristiandad con el apóstol, Germán no se marchó antes de que el mismo obispo fuera a darle la libertad; con este episodio cambió el obispo celos por admiración.

El rey Childeberto usa su autoridad en el 554 para que sea nombrado obispo de París a la muerte de Eusebio y, además, lo nombra limosnero mayor. También curó al rey cuando estaba enfermo en el castillo de Celles, cerca de Melun, donde se juntan el Yona y el Sena, con la sola imposición de las manos.



El buen obispo parisino murió octogenario, el 28 de mayo del 576. Se enterró en la tumba que se había mandado preparar en san Sinfroniano.

El abad Lanfrido traslada más tarde sus restos, estando presentes el rey Pipino y su hijo Carlos, a san Vicente que después de la invasión de los normandos se llamó ya san Germán.

Hoy reposan allí mismo -y se veneran- en una urna de plata que mandó hacer a los orfebres el abad Guillermo, en el año 1408.


Oremos 



Señor, tú que diste a San Germán la abundancia del espíritu de verdad, y de amor para que fuera un buen pastor de tu pueblo, concede a cuantos celebramos hoy su fiesta adelantar en la virtud, imitando sus ejemplos, y sentirnos protegidos con su valiosa intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. 


Tambien felicitamos a los llamados...  Podio, Lanfranco, Cherón, Helcónida y Teóulo.

domingo, 27 de mayo de 2012

"Paz a vosotros" (Hoy es Pentecostés, evangelio dominical)


El nombre “Pentecostés” indica los cincuenta días que separan la Venida del Espíritu Santo de la Resurrección del Señor. En esta fiesta celebramos la venida del Espíritu Santo a los Apóstoles.

Pentecostés marca el comienzo de la actividad apostólica en la Iglesia, porque fue justamente al recibir al Espíritu Santo que los Apóstoles comenzaron a cumplir el mandato que Jesús dejó antes de su Ascensión al Cielo: predicar su mensaje de salvación a todos (Mt. 28, 19-20)

Algo parecido a ese mandato leemos en el Evangelio de hoy, el cual nos narra una de las apariciones de Jesús resucitado a los Apóstoles (Jn. 20, 19-23): “‘Como el Padre me ha enviado, así también los envío Yo’. Dicho esto, sopló sobre ellos y el dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo’”

Pero ... pensemos ... ¿Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es nada menos que el Espíritu de Dios; es decir, el Espíritu de Jesús y el Espíritu del Padre. El es la presencia de Dios en medio de nosotros los hombres. El Espíritu Santo es el cumplimiento de esta promesa de Jesús: “Mirad que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt. 28, 20).

Se ha comparado el Espíritu Santo con la brisa y con el fuego. Porque, en efecto, El es como una suave brisa que, como nos dice el Señor “sopla donde quiere” (Jn. 3, 8). Ahora bien, si el Espíritu Santo es la brisa, nosotros debemos ser como las velas de una barca, siempre en posición de ser movidos por esa brisa; es decir, debemos ser perceptivos a las inspiraciones del Espíritu Santo y dóciles a éstas, para poder navegar por esta vida guiados por El hacia nuestra meta definitiva.

El Espíritu Santo nos asiste a cada uno de nosotros en nuestro peregrinar a la meta a que hemos sido llamados: el Cielo prometido a aquéllos que cumplan la Voluntad de Dios. 

Al Espíritu Santo se le atribuyen muchas funciones para con nosotros los hombres, siendo tal vez la principal, la de nuestra santificación. Es El quien, con sus suaves inspiraciones, nos va sugiriendo cómo transitar por el camino de la santidad. 

El Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad. Así nos dijo Jesucristo: “Tengo muchas cosas más que decirles, pero ustedes no pueden entenderlas ahora. Pero cuando venga El, el Espíritu de la Verdad, el los llevará a la verdad plena ... El les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho” (Jn. 16, 12 y 14, 26). 

Así que el Espíritu Santo es Quien nos lleva a conocer y a vivir todo lo que Cristo nos ha dicho; es decir, nos lleva a conocer y a aceptar el Mensaje de Cristo en su totalidad: nos lleva a la Verdad plena.


 Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-23):


Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. 



Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.» Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. 


Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» 

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»


Palabra del Señor


COMENTARIO.


Pentecostés

Origen de la fiesta 




Los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés. Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés.

 En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios quería de ellos. Celebraban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pueblo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre.

La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés.

En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristiana de Pentecostés.

 La Promesa del Espíritu Santo 



Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17).

 Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).

 Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).

 En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.


Explicación de la fiesta:



Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos.

Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.

En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.

Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.


¿Quién es el Espírtu Santo?


El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.

Señales del Espíritu Santo:

 El viento, el fuego, la paloma.

Estos símbolos nos revelan los poderes que el Espíritu Santo nos da:

El viento es una fuerza invisible pero real. Así es el Espíritu Santo. El fuego es un elemento que limpia. Por ejemplo, se prende fuego al terreno para quitarle las malas hierbas y poder sembrar buenas semillas. En los laboratorios médicos para purificar a los instrumentos se les prende fuego.

El Espíritu Santo es una fuerza invisible y poderosa que habita en nosotros y nos purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor.

Nombres del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo ha recibido varios nombres a lo largo del nuevo Testamento: el Espíritu de verdad, el Abogado, el Paráclito, el Consolador, el Santificador.


 Misión del Espíritu Santo: 



El Espíritu Santo es santificador: Para que el Espíritu Santo logre cumplir con su función, necesitamos entregarnos totalmente a Él y dejarnos conducir dócilmente por sus inspiraciones para que pueda perfeccionarnos y crecer todos los días en la santidad.

 El Espíritu Santo mora en nosotros: En San Juan 14, 16, encontramos la siguiente frase: “Yo rogaré al Padre y les dará otro abogado que estará con ustedes para siempre”. También, en I Corintios 3. 16 dice: “¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en ustedes?”. Es por esta razón que debemos respetar nuestro cuerpo y nuestra alma. Está en nosotros para obrar porque es “dador de vida” y es el amor. Esta aceptación está condicionada a nuestra aceptación y libre colaboración. Si nos entregamos a su acción amorosa y santificadora, hará maravillas en nosotros.

El Espíritu Santo ora en nosotros: Necesitamos de un gran silencio interior y de una profunda pobreza espiritual para pedir que ore en nosotros el Espíritu Santo. Dejar que Dios ore en nosotros siendo dóciles al Espíritu. Dios interviene para bien de los que le aman. El Espíritu Santo nos lleva a la verdad plena, nos fortalece para que podamos ser testigos del Señor, nos muestra la maravillosa riqueza del mensaje cristiano, nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe y de creciente esperanza.

El Espíritu Santo y la Iglesia: 


Desde la fundación de la Iglesia el día de Pentecostés, el Espíritu Santo es quien la construye, anima y santifica, le da vida y unidad y la enriquece con sus dones.
El Espíritu Santo sigue trabajando en la Iglesia de muchas maneras distintas, inspirando, motivando e impulsando a los cristianos, en forma individual o como Iglesia entera, al proclamar la Buena Nueva de Jesús.
Por ejemplo, puede inspirar al Papa a dar un mensaje importante a la humanidad; inspirar al obispo de una diócesis para promover un apostolado; etc.

El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesucristo.

El Espíritu Santo construye, santifica y da vida y unidad a la Iglesia.

El Espíritu Santo tiene el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por nosotros, no realizaríamos. Esto lo hace a través de sus siete dones.

Los siete dones del Espíritu Santo: 



Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.

SABIDURÍA: Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder juzgarlas rectamente.

ENTENDIMIENTO: Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a entender el por qué de las cosas que nos manda Dios.

CIENCIA: Hace capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo con su fin sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.

CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino del bien.

FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no caer en las tentaciones que nos ponga el demonio.

PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.

TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a disgustar a Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como la persona más importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él.

sábado, 26 de mayo de 2012

Hoy es... San Felipe Neri !!


Nació en Florencia en 1515. En medio del paganismo que imperaba en el ambiente renacentista romano, Felipe entrega todos sus haberes a los pobres, mientras él ayuna a pan y agua. Pasa los días en obras de caridad, y las noches en las catacumbas de San Sebastián, entregado a la oración y a la penitencia. Alcanza altísima oración.

Sus éxtasis duran horas y a veces se le oye clamar: ¡Basta, Señor, basta! ¡Detén el torrente de tu amor! Ante esta vida angelical poco podían hacer los asaltos del mal.

Un par de mujerzuelas acechan un día contra su castidad. Las pupilas de fuego del Santo las hacen huir asustadas.

Con todo, le gustaba rezar así: Señor, no te fíes de mí. Señor, ten de tu mano a Felipe, que, si no, un día, como Judas, te traicionará.

Funda una cofradía para atender a pobres y peregrinos. Visita cárceles y hospitales. Busca sobre todo a los niños y a los jóvenes. En 1551 se ordena sacerdote por obediencia.

Desea ir a las Indias, como Javier. El P. Ghattino 1e dice de parte de Dios: Roma será tus Indias. Y por toda Roma derrama sus caridades, sus fervores, su alegría contagiosa, la certeza de que hay más alegría en la virtud que en el pecado. Es proverbial su don de lágrimas, y de hacer milagros.

Se le atribuye haber resucitado al príncipe Paulo Máximo, para que confesase un pecado.

 Un éxtasis le produjo la dilatación del corazón y la deformación de dos costillas.

Una se conserva en el Oratorio de Nápoles. Todos los Papas y Príncipes acudían a él.

Fue amigo de San Carlos, San Ignacio, San Camilo y San Félix de Cantalicio.

Su obra definitiva fue la fundación del Oratorio, para instruir y entretener a niños y jóvenes.



El Oratorio influyó mucho a través del Cardenal Baronio y otros muchos. Murió Felipe en 1595.

Era la noche del Corpus y se fue a acabar la fiesta al cielo. Sus restos descansan en la Chiesa Nuova de Roma.

 Fue canonizado por Gregorio XV el 1622 junto con cuatro santos españoles.


Frases de San Felipe Neri. 




"Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace"

 "Como es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él".

"¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan solo un corazón y este tan pequeño?"


 Oremos 



Señor Dios nuestro, que nunca deja de glorificar la santidad de quienes con fidelidad te sirven, haz que el fuego del Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo ardor que tan maravillosamente inflamó el corazón de San Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.Amén








Fuentes:
Iluminación Divina
Santoral Católico
Ángel Corbalán

viernes, 25 de mayo de 2012

Hoy es... San Gregorio VII !!


"Si finalmente miro dentro de mí, me siento tan abrumado por el peso de mi propia vida, que no me queda esperanza de salud sino en la misericordia de Jesucristo".(Gregorio VII,Papa) 


Papa ( 1020-1085 ) Nació Hildebrando en Soana, provincia de Siena, hacia el 1020, de una familia pobre. Creció en la ciencia y en la virtud en el monasterio de Santa María, en el Aventino (Roma). 

Legado de los papas durante cinco pontificados, dedicó buena parte de su vida en el restablecimiento de la disciplina eclesiástica.




Era solo diácono cuando fue elegido Papa. Ordenado sacerdote y consagrado obispo de Roma en el 1073, se llamó Gregorio VII. 

Empleó el resto de su existencia luchando principalmente contra las investiduras y la simonía para lograr la independencia de la Iglesia frente al poder civil. 



Tuvo su mayor obstáculo en las relaciones con el emperador Enrique IV. 

 Murió desterrado en Salerno en el 1085, habiendo dado un impulso decisivo a la reforma de la Iglesia que lleva su nombre. 



Oremos 



Concede, Señor, a tu Iglesia el espíritu de fortaleza y el celo por la justicia con que hiciste brillar la vida del Papa San Gregorio séptimo, para que, rechazando siempre todo compromiso con el mal, trabajemos, con libertad plena, por el bien y la justicia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.

jueves, 24 de mayo de 2012

Festividad de ... María Auxiliadora !!


El primero que llamó a la Virgen María con el título de "Auxiliadora" fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345, el dice: " Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios".

San Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era llamada "Auxiliadora de los enfermos", porque junto a ella se obraban muchas curaciones.



San Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora , rogad por nosotros". Y repite: la virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación".

En Ucrania, Rusia, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde el año 1030, en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos.

En el año 1572, el Papa San Pió quinto ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanias la advocación " María Auxiliadora, rogad, por nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de Lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.

En el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de auxiliadora si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la terrible guerra de los 30 años.

La Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de 70 capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos.
En 1683 los católicos al obtener inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de 60 paises.

 En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo.

Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora. En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo.

 Empezó la obra del templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica.

El Santo solía decir: " Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.

El nombre de Auxiliadora se le daba ya en el año 1030 a la Virgen María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado aquella región de la invasión de las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre.

Se tiene constancia de que hacia el año 1558 ya figuraba en las letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto Italia. Esta advocación se hizo fuerte ante la invasión de los turcos en 1571 donde San Pío V la invocó como María Auxiliadota de los Cristianos o con los Príncipes Católicos de Alemania fieles al catolicismo frente a las tesis protestantes o frente a las invasiones turcas sobre Viena en el siglo XVII o, incluso, como mano protectora frente a los caprichos de Napoleón Bonaparte que llevo al Papa Pío VII al destierro, y a su liberación, quiso en 1814 instituir en el 24 de mayo su fiesta litúrgica.


Pero sin duda fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el mejor paladín y trampolín para el desarrollo y popularidad, "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia - se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen María"... Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora.

 "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".



Desde esa fecha el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra como "central y sintetizador". La Auxiliadora es la visión propia que Don Bosco tiene de María.

La lectura evangélica que hace de María, la experiencia de su propia vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia eclesial le hacer percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios". 


En 1863 Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín.

Todo su capital era de cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor.

Cinco años más tarde, el 9 de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo.

Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su patrocinio.

Don Bosco llegará a decir: "No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia".

Hoy, salesianos y salesianas, fieles al espíritu de sus fundadores y a través de las diversas obras que llevan entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo en la evangelización de los pueblos el auxilio que viene de Santa María.

San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros".



Oración a María Auxiliadora.



Virgen María Auxiliadora Que tu Bendición santísima permanezca en mi noche y día, en la alegría y en la tristeza, en el trabajo y en el descanso, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte y durante la eternidad.

OH Bendición de María Auxiliadora, dichoso quien te la pide, recibe y guarda, y después de obtenerla aquí en la tierra la lleve a su último suspiro como prenda de vida eterna.

Nuestro Auxilio esta en el nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra.

Virgencita María Auxiliadora, acompañame en mis viajes, en mis trabajos, y protégeme de males y enfermedades.

 María Auxiliadora, Dame tu santísima Bendición, Tu y Tu Santo Hijo, para mi y para cada uno de mis familiares, en este día y todos los días de mi vida, Amen.