Nació en París, Francia, el 3 de octubre de 1610. Fue mártir en América del Norte, ayudante de San Juan de Brebeuf. En 1630 se unió a la Compañía de Jesús y en 1632 hizo voto de misionero. Sin embargo, estuvo por 14 años como profesor en diversos colegios jesuitas, como el Colegio de Moulins de 1632 a 1635, y en otros tres colegios. Estudió filosofía y teología en el Colegio de Bourges de 1635 a 1639. Viajó a Canadá, llegando a Quebec en 1646.Su tío jesuita Jerónimo Lalemant era en esos momentos el padre provincial de Canadá.
Llegó a Canadá en 1646 y trabajó en la misión de San Ignacio en 1649.
El 16 de marzo, Gabriel y San Juan de Brebeuf fueron tomados prisioneros por los Iroquies.Ellos eran asesinados con tomahawk al día siguiente.
Fue canonizado el 21 de junio de 1930 por el Papa Pío XI junto con otros 7 mártires jesuitas de Canadá.
Los Mártires de Canadá
Santos mártires Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, presbíteros, y compañeros de la Compañía de Jesús, en el día en que san Juan de la Lande, religioso, fue asesinado por los paganos en el lugar llamado Ossernenon, entonces en territorio del Canadá (hoy Auriesville, estado de Nueva York), el mismo lugar donde algunos años antes había conseguido la corona del martirio san Renato Goupil. Son venerados conjuntamente sus santos compañeros Gabriel Lalemant, Antonio Daniel, Carlos Garnier y Natal Chabanel, que en la región canadiense, en días distintos, después de fatigar en la misión del pueblo de los hurones para anunciar el evangelio de Cristo a aquellos pueblos, terminaron muriendo mártires (1642-1649).
Ocho fueron los santos mártires de Canadá, que a comienzos del siglo XVII dieron sus vidas por la evangelización de las poblaciones indígenas que habitaban las regiones donde hoy se encuentran las ciudades de Quebec y Montreal.
Los primeros en llegar fueron misioneros franciscanos, pero en 1623 llegaron a Canadá los jesuitas, quienes se dedicaron con entusiasmo a la misión entre los indios hurones y a la fundación de los poblados de San José, San Ignacio, San Luis y Santa María.
En 1642, estas misiones fueron atacadas por los temibles iroqueses, que vivían al sur de los lagos San Lorenzo y del Ontario y se desencadenó una guerra implacable durante la cual fueron hechos prisioneros el Padre Isaac Jogues, y el hermano Renato Goupil, que fue muerto por un indio, enfurecido por verlo predicar a los verdugos. El padre Jogues, después de trece meses de cautiverio fue bárbaramente mutilado y perdió la vida en el martirio junto con otro sacerdote jesuita, el Padre Juan Ladande.
Después de un período de paz, los iroqueses ocuparon nuevamente el país hurón y arrasaron la misión de San José, dando muerte al Padre Antonio Daniel. Más tarde desbastaron San Ignacio, San Luis y Santa María, dando muerte en martirio a los Padres Juan Brébeuf y Daniel Lalemant.
Oremos
"Ésos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero. Por eso están delante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su santuario; y el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed; ya no los molestará el sol en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos." (Ap 7, 14-17)
Señor Dios nuestro, que nos das constancia en la fe y fortaleza en la debilidad, concédenos, por el ejemplo y los méritos de los santos Mártires de Canadá, participar en la muerte y resurrección de tu Hijo para que también gocemos contigo, en compañía de tus mártires, de la plena alegría de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Fuentes:
Iluminación Divina
Santoral Católico
Ángel Corbalán
Llegó a Canadá en 1646 y trabajó en la misión de San Ignacio en 1649.
El 16 de marzo, Gabriel y San Juan de Brebeuf fueron tomados prisioneros por los Iroquies.Ellos eran asesinados con tomahawk al día siguiente.
Fue canonizado el 21 de junio de 1930 por el Papa Pío XI junto con otros 7 mártires jesuitas de Canadá.
Los Mártires de Canadá
Santos mártires Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, presbíteros, y compañeros de la Compañía de Jesús, en el día en que san Juan de la Lande, religioso, fue asesinado por los paganos en el lugar llamado Ossernenon, entonces en territorio del Canadá (hoy Auriesville, estado de Nueva York), el mismo lugar donde algunos años antes había conseguido la corona del martirio san Renato Goupil. Son venerados conjuntamente sus santos compañeros Gabriel Lalemant, Antonio Daniel, Carlos Garnier y Natal Chabanel, que en la región canadiense, en días distintos, después de fatigar en la misión del pueblo de los hurones para anunciar el evangelio de Cristo a aquellos pueblos, terminaron muriendo mártires (1642-1649).
Ocho fueron los santos mártires de Canadá, que a comienzos del siglo XVII dieron sus vidas por la evangelización de las poblaciones indígenas que habitaban las regiones donde hoy se encuentran las ciudades de Quebec y Montreal.
Los primeros en llegar fueron misioneros franciscanos, pero en 1623 llegaron a Canadá los jesuitas, quienes se dedicaron con entusiasmo a la misión entre los indios hurones y a la fundación de los poblados de San José, San Ignacio, San Luis y Santa María.
En 1642, estas misiones fueron atacadas por los temibles iroqueses, que vivían al sur de los lagos San Lorenzo y del Ontario y se desencadenó una guerra implacable durante la cual fueron hechos prisioneros el Padre Isaac Jogues, y el hermano Renato Goupil, que fue muerto por un indio, enfurecido por verlo predicar a los verdugos. El padre Jogues, después de trece meses de cautiverio fue bárbaramente mutilado y perdió la vida en el martirio junto con otro sacerdote jesuita, el Padre Juan Ladande.
Después de un período de paz, los iroqueses ocuparon nuevamente el país hurón y arrasaron la misión de San José, dando muerte al Padre Antonio Daniel. Más tarde desbastaron San Ignacio, San Luis y Santa María, dando muerte en martirio a los Padres Juan Brébeuf y Daniel Lalemant.
Oremos
"Ésos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero. Por eso están delante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su santuario; y el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed; ya no los molestará el sol en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos." (Ap 7, 14-17)
Señor Dios nuestro, que nos das constancia en la fe y fortaleza en la debilidad, concédenos, por el ejemplo y los méritos de los santos Mártires de Canadá, participar en la muerte y resurrección de tu Hijo para que también gocemos contigo, en compañía de tus mártires, de la plena alegría de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Fuentes:
Iluminación Divina
Santoral Católico
Ángel Corbalán
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