ALABANZAS AL SANTÍSIMO
INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO
INTRODUCCIÓN
Cuando Jesús de Nazaret en la sinagoga de su pueblo afirma que hoy se cumple la Palabra de Dios y que según el relato de Isaías viene a liberar a los cautivos, realmente comienza su vida pública, porque con las palabras del profeta define su misión. Hoy también se cumple en nosotros la Palabra de Dios porque asistimos a su grandeza y misterio sin, casi, darnos cuenta de lo que hace por nosotros. Y desde nuestro convencimiento de que somos Hijos de Dios –como Jesucristo nos dice—hemos de iniciar nuestra misión de ayudar a los hermanos –a todos—y, sobre todo, a los más pobres y necesitados.
ORACIÓN-MEDITACIÓN
Acoge su presencia; sobre su amor se construye tu vida.
Responde con una actitud de agradecimiento y alabanza al Dios que se te regala gratuitamente sin haber hecho tú nada por conseguirlo.
Únete a María para alabar al Señor: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque el Poderoso hace grandes obras por mí” (Magnificat de María).
Señor, que seas tú quien viva en mí.
Señor, que seas tú quien ore en mí
Ando buscando un amor que unifique mi vida, pero experimento muchas cosas que me turban y perturban.
Estoy ante ti, Señor, situado ante tu misterio, ordena tú en mí el amor, hazme habitar en tu casa. Tú eres diferente: no eres ni mi idea, ni mi amor, ni mi proyecto. Me pongo en tus manos.
Mi imaginación y pensamiento racional siguen su curso y me conducen,
me traen, me llevan, por caminos que no logro dirigir conforme a mi deseo.
En medio de la crisis vengo a descubrir algo sorprendente: lo que yo soy incapaz de hacer, lo puedes hacer Tú; Tú puedes desvelarme desde la hondura lo que yo soy. En ti me encuentro, soy lo que tú me amas. Tú haces nacer en mí otro gozo, otro amor, otra tarea.
Somos testigos de un amor que libera y genera esperanza
MONICIÓN AL EVANGELIO
El evangelio de Lucas recoge la confirmación de Jesús –con palabras de Isaías—que él es nuestro libertador. Narra Lucas con precisión cinematográfica la escena de la sinagoga de Nazaret. Es el principio de la vida pública de Jesús
Él es la Palabra de Dios encarnada. Escuchemos con mucha atención.
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 1-4; 14-21
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el Libro del Profeta Isaías y desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
--“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor".
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba, y se sentó.
Toda la sinagoga tenía los hijos fijos en él. Y él se puso a decirles:
-- Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.
PRECES
Al caer la tarde tu Hijo nos ofreció su cuerpo como alimento de vida eterna,
- acepta nuestra oración vespertina y haz que no falten en tu Iglesia vocaciones religiosas al servicio de los más necesitados.
Padre de bondad, que aceptaste la ofrenda de tu Hijo,
- suscita en nuestras parroquias jóvenes dispuestos a dar su vida por ti en servicio a sus hermanos.
Te pedimos Señor por las familias cristianas,
- para que sean “Iglesia doméstica” donde puedan nacer futuras vocaciones para la Iglesia universal.
Te pedimos Señor por los Seminarios y Noviciados
- que los jóvenes que allí se preparan vivan su formación con gozo y generosidad.
Al llegar a su término esta jornada, haz que no decline en la Iglesia la esperanza de tu Reino,
- enriquécela con numerosas vocaciones a la vida consagrada.
Dios misericordioso, que hiciste de María un modelo de entrega a los hermanos,
- haz que los jóvenes vean en ella un modelo a imitar.
Oh Cristo, que con tu sacrificio redentor purificas y elevas el amor humano,
- haz que los hogares cristianos sean cantera de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
Altísimo Señor, baja a escucharnos con la bondad que te distingue,
- Para que todos los sacerdotes y en especial nuestro párroco el padre Andrés y el padre Ángel sientan cercana en todo instante la especial protección de María Santísima particularmente en los instantes de sus desconsuelos y soledades en el ejercicio de sus misiones.
A Ti, Señor, nuestro libertador te rogamos por la Iglesia, el Papa y los Obispos,
-Para que siempre su enseñanza se base en la libertad del hombre, en la solidaridad hacia los más débiles y en el amor que Tú proclamas.
Señor, tu que puedes calmar las penas y el sufrimiento, bendice con el calor de tu mano y abraza a los sufridos haitianos.
- Para que llegue hasta estos hermanos nuestros una inmensa solidaridad.
ORACIÓN FINAL: Manos Unidas
Que seamos, Señor, manos unidas
en oración y en el don.
Unidas a tus Manos en las del Padre,
unidas a las alas fecundas del Espíritu,
unidas a las manos de los pobres.
Manos del Evangelio,
sembradoras de Vida,
lámparas de Esperanza,
vuelos de Paz.
Unidas a tus Manos solidarias,
partiendo el Pan de todos.
Unidas a tus Manos traspasadas
en las cruces del mundo.
Unidas a tus Manos ya gloriosas de Pascua.
Manos abiertas, sin fronteras,
hasta donde haya manos.
Capaces de estrechar el Mundo entero,
fieles al Tercer Mundo,
siendo fieles al Reino.
partiendo el Pan de todos.
Unidas a tus Manos traspasadas
en las cruces del mundo.
Unidas a tus Manos ya gloriosas de Pascua.
Manos abiertas, sin fronteras,
hasta donde haya manos.
Capaces de estrechar el Mundo entero,
fieles al Tercer Mundo,
siendo fieles al Reino.
Tensas en la pasión por la Justicia,
tiernas en el Amor.
Manos que dan lo que reciben,
en la gratuidad multiplicada,
siempre más manos,
siempre más unidas.
AVE MARÍA Y GLORIA
tiernas en el Amor.
Manos que dan lo que reciben,
en la gratuidad multiplicada,
siempre más manos,
siempre más unidas.
AVE MARÍA Y GLORIA
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