La cita era a las 17:30, bajo el obelisco que hay en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
El tráfico en Roma, en la tarde del domingo, era impresionante.
Esa misma tarde, los vehículos tanto públicos como particulares, iban de un lado a otro de la ciudad eterna.
Además de todo lo que se puede ver en Roma, sus plazas, monumentos, el Vaticano etc. etc., si parecía poco, se celebraban dos eventos que atraía más público aún, el partido de futbol entre La Lazio y el Inter, en el estadio romano, y la final del campeonato italiano de tenis, que enfrentaban a Nadal y Ferrer. Cazi ná, diría un castizo.
Y nosotros? Allí estábamos, intentando llegar puntual a la cita con el padre Ángel, en la Plaza de San Pedro.
El tráfico en Roma, en la tarde del domingo, era impresionante.
Esa misma tarde, los vehículos tanto públicos como particulares, iban de un lado a otro de la ciudad eterna.
Además de todo lo que se puede ver en Roma, sus plazas, monumentos, el Vaticano etc. etc., si parecía poco, se celebraban dos eventos que atraía más público aún, el partido de futbol entre La Lazio y el Inter, en el estadio romano, y la final del campeonato italiano de tenis, que enfrentaban a Nadal y Ferrer. Cazi ná, diría un castizo.
Y nosotros? Allí estábamos, intentando llegar puntual a la cita con el padre Ángel, en la Plaza de San Pedro.
El taxi que habíamos tomado en la puerta del hotel, estaba sorteando el tráfico que iba de un lado para otro.
A veces, sentíamos que estábamos en una embarcación pequeña, sorteando el tráfico de grandes mercantes y petroleros, en medio del Estrecho de Gibraltar.
Por fin, llegamos al destino deseado y tras abonar la carrera, nos dirigimos hacia el Obelisco, lugar de la cita, en el centro de la Plaza de San Pedro.
Estábamos deseando de ver al padre Ángel, hacía más de dos años que no le habíamos visto, y además, le llevábamos algunos presentes y muchos recuerdos de feligreses de San García Abad.
Apenas, Inma, me preguntaba por él, “ ¿Como estará, llevará el pelo corto, que aspecto tendrá?”, cuando ya no hizo falta. Allí estaba, esperando bajo el Obelisco.
Fue una inmensa alegría el saludarle y los abrazos se cruzaron con palabras de agradecimiento. Fue, como si hiciera tiempo que no vieras a alguien de tu familia.
Sin salir del Vaticano, muy cerca de la Plaza de San Pedro, nos llevó hasta una cafetería. Allí, y entre “capuccinos”, sentados a la mesa, intercambiamos noticias de Algeciras y Roma.
Hay que reconocer que, en las fotos lo apreciareis, está con mejor aspecto que en los últimos meses que le habíamos visto por la Parroquia.
A veces, sentíamos que estábamos en una embarcación pequeña, sorteando el tráfico de grandes mercantes y petroleros, en medio del Estrecho de Gibraltar.
Por fin, llegamos al destino deseado y tras abonar la carrera, nos dirigimos hacia el Obelisco, lugar de la cita, en el centro de la Plaza de San Pedro.
Estábamos deseando de ver al padre Ángel, hacía más de dos años que no le habíamos visto, y además, le llevábamos algunos presentes y muchos recuerdos de feligreses de San García Abad.
Apenas, Inma, me preguntaba por él, “ ¿Como estará, llevará el pelo corto, que aspecto tendrá?”, cuando ya no hizo falta. Allí estaba, esperando bajo el Obelisco.
Fue una inmensa alegría el saludarle y los abrazos se cruzaron con palabras de agradecimiento. Fue, como si hiciera tiempo que no vieras a alguien de tu familia.
Sin salir del Vaticano, muy cerca de la Plaza de San Pedro, nos llevó hasta una cafetería. Allí, y entre “capuccinos”, sentados a la mesa, intercambiamos noticias de Algeciras y Roma.
Hay que reconocer que, en las fotos lo apreciareis, está con mejor aspecto que en los últimos meses que le habíamos visto por la Parroquia.
También es verdad que, fue entonces, cuando Inma y yo le conocimos. Y en aquella época, Junio del 2008, estaba algo estresado, acababa de diplomarse en Enfermería, terminar las clases en el Colegio y además, preparándose para la nueva misión que le encargarían desde el Obispado, ir a estudiar para dos años a…………Roma.
Por lo tanto, ahora, se le apreciaba mejor color. Eso sí, nunca se le borró la sonrisa de sus labios. Al menos, nunca lo vi con mal humor. Al contrario, esa tranquilidad que te transmite, hizo que, en una ocasión, tanto para Inma , como para mí, nos invitara a continuar yendo a misa y a la Parroquia, cada sábado y cada semana.
A lo largo del tiempo que estuvimos hablando, hubo momentos especiales, no me refiero a los de Algeciras, sino, especiales de verdad. Uno de ellos, fue cuando entregamos un regalo que nos habían dado Maribel e Isabel, de parte de “sus” chicas de la Catequesis.
Por lo tanto, ahora, se le apreciaba mejor color. Eso sí, nunca se le borró la sonrisa de sus labios. Al menos, nunca lo vi con mal humor. Al contrario, esa tranquilidad que te transmite, hizo que, en una ocasión, tanto para Inma , como para mí, nos invitara a continuar yendo a misa y a la Parroquia, cada sábado y cada semana.
A lo largo del tiempo que estuvimos hablando, hubo momentos especiales, no me refiero a los de Algeciras, sino, especiales de verdad. Uno de ellos, fue cuando entregamos un regalo que nos habían dado Maribel e Isabel, de parte de “sus” chicas de la Catequesis.
Le hizo mucha ilusión, ya que el regalo en cuestión, era del gusto del padre Ángel.
Otro momento especial, fue cuando le hablamos de sus otras “chicas”, las de Caritas. Se acordaba de todas y de cada una de ellas. Nos contó algunas anécdotas que había vivido con las “chicas” de Caritas, a lo largo de los 4 años que estuvo de párroco en San García Abad.
También, nos habló de su experiencia en Roma. Más concretamente en sus estudios sobre la especialidad que está terminando, que tiene que ver con el Dogma y más concretamente con Jesús.
Por lo tanto, nos pareció muy interesante y estuvimos un buen rato escuchando al padre Ángel.
Y como no, también, nos habló de los primeros meses y su adaptación a la nueva situación. Nos dijo que echaba de menos la Parroquia, el contacto con los feligreses, que rezaba mucho por nosotros, que también recordaba su etapa de capellán en el Hospital, de profesor en el Colegio etc. etc.
Aunque, nos consta que está súper preparado para el final de la tesis que ha de presentar, ésta, debe presentarse a mediados de Junio. Seguro que lo conseguirá!
Claro que por otro lado, Isabel y las “niñas”, van a tener que esperar unos días para poder llevarlo a la Feria de Algeciras!Otro momento especial, fue cuando le hablamos de sus otras “chicas”, las de Caritas. Se acordaba de todas y de cada una de ellas. Nos contó algunas anécdotas que había vivido con las “chicas” de Caritas, a lo largo de los 4 años que estuvo de párroco en San García Abad.
También, nos habló de su experiencia en Roma. Más concretamente en sus estudios sobre la especialidad que está terminando, que tiene que ver con el Dogma y más concretamente con Jesús.
Por lo tanto, nos pareció muy interesante y estuvimos un buen rato escuchando al padre Ángel.
Y como no, también, nos habló de los primeros meses y su adaptación a la nueva situación. Nos dijo que echaba de menos la Parroquia, el contacto con los feligreses, que rezaba mucho por nosotros, que también recordaba su etapa de capellán en el Hospital, de profesor en el Colegio etc. etc.
Aunque, nos consta que está súper preparado para el final de la tesis que ha de presentar, ésta, debe presentarse a mediados de Junio. Seguro que lo conseguirá!
De todas formas, seguro que, este verano lo veremos por la Parroquia!
Y además de darle un buen abrazo, le invitaremos a un café o una caña!
Eso sí, el “capuccino”, hay que tomarlo en Roma!!!!
Certo, il capuchino, proprio siempre en Roma. Envidia sana el veros ahí.
ResponderEliminarGrazie, Prego!
ResponderEliminarBuonasera , amico frid.
En Roma, il capuccino
En España, el "cortao".
Un fuerte abrazo
Muchísimas gracias a vosotros dos, Angel e Inma. Con vuestra visita, cariño y amabilidad me hicísteis pasar una tarde inolvidable y me trajísteis a la mente y al corazón muchos recuerdos y gente querida y buena de esa Parroquia. Que Dios os bendiga. Mis oraciones y un cariñoso saludo a todos desde la ciudad de San Pedro.
ResponderEliminarP. Angel
P.D. prefiero el "cortao"
Muchas gracias, padre Ángel
ResponderEliminarTe estamos muy agradecidos por esos momentos que nos hicistes pasar.
Desde aquí, en la Parroquia, sentimos los efectos de tus oraciones.
Rezamos por ti.
Un fuerte abrazo
Inma y Ángel
Me ha gustado mucho la entrevista con el padre Ángel, Ángel e Inma son encantadores. Padre Ángel, estamos deseando que termine su tesis y verlo aquí pronto.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Aurora.