ALABANZAS AL SANTÍSIMO
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios, memoria y profecía de la Iglesia, dirige la Humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret el Señor de la gloria, el Salvador del mundo, la culminación de la Historia .
INTRODUCCIÓN
Un pobre, Jesús, entrega todo lo que tiene.
Un pobre, un niño en su ingenuidad, entrega cinco panes y dos peces.
Son pequeños gestos entrañables que encienden en la noche la esperanza.
En este mundo hay sitio para la fraternidad, para la ternura, para la fidelidad, para la reconciliación, para la oración callada, para la alegría contagiosa.
Es el milagro de la Fiesta del Corpus, cuando el pan se parte y se comparte.
MONICIÓN AL EVANGELIO
No eches en saco roto la propuesta de Jesús: Dales de comer. La escucha de la palabra de Jesús culmina en el pan compartido. Entonces se logra la comunidad.
EVANGELIO SEGÚN LUCAS 9,11b-17
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.
Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: -«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado."
Él les contestó: -«Dadles vosotros de comer.»
Ellos replicaron: -«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gen¬tío. » Porque eran unos cinco mil hombres.
Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.» Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente.
Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.
PALABRA DEL SEÑOR
ORACIÓN-MEDITACIÓN:
Para cultivar el deseo, que es la antesala del encuentro.
La búsqueda de Dios es apasionada, gozosa; florece en los que están enamorados de un Dios que nos ha tocado el corazón con su hermosura.
Está llena de imágenes, de colorido, de frescura, de luz; está llena de vida.
Muchos orantes la han convertido en un gemido vivo.
San Agustín y San Juan de la Cruz nos prestan sus palabras: “Exhalaste tu perfume, y respiré, y suspiro por Ti. Gusté de Ti, y siento hambre y sed.
Me tocaste, y me abraso en tu paz”.
“¿Adónde te escondiste, Amado y me dejaste con gemido? Salí tras ti corriendo...”.
Si no estamos así de enamorados, digamos al menos, que nos gustaría estarlo para buscar a Dios como “busca la cierva las corrientes de agua”.
Nos puede ayudar leer y orar el salmo 41: Mi alma tiene sed del Dios vivo.
Léelo despacio
Mi alma tiene sed del Dios vivo:
¿cuándo veré el rostro de Dios?
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío.
Tiene sed de Dios
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío.
Llama al Espíritu y pídele su luz y verdad, para que te guíen en la vida de cada día.
Únete a todos los enamorados de Dios y di con ellos: “Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo”, “mi alma te busca a ti, Dios mío”.
Acércate a la Eucaristía, el don más precioso que tiene la Iglesia, con asombro y gratitud.
Adora y canta, al son de tu cítara, a Cristo que entrega su vida por ti y por todos.
Vívelo.
A veces buscamos a Dios con tan pocas ganas que cualquier dificultad es un enorme impedimento que nos cierra el paso. Buscarlo hoy, cuando tanta gente está de vuelta, en la Eucaristía, con pasión, con gozo, unidos a los hermanos y hermanas, puede ser una aventura apasionante.
PRECES
* Al caer la tarde tu Hijo nos ofreció su cuerpo como alimento de vida eterna Por Cristo, con Él y en Él
-acepta nuestra oración vespertina y haz que no falten en tu Iglesia vocaciones religiosas al servicio de los más necesitados.
* Padre de bondad, que aceptaste la ofrenda de tu Hijo,
- suscita en nuestras parroquias jóvenes dispuestos a dar su vida por ti en servicio a sus hermanos.
* Te pedimos Señor por las familias cristianas,
- para que sean “Iglesia doméstica” donde puedan nacer futuras vocaciones para la Iglesia universal.
* Te pedimos Señor por los Seminarios y Noviciados
- que los jóvenes que allí se preparan vivan su formación con gozo y generosidad.
* Al llegar a su término esta jornada, haz que no decline en la Iglesia la esperanza de tu Reino,
- enriquécela con numerosas vocaciones a la vida consagrada.
* Dios misericordioso, que hiciste de María un modelo de entrega a los hermanos,
- haz que los jóvenes vean en ella un modelo a imitar.
* Altísimo Señor, baja a escucharnos con la bondad que te distingue,
- Para que nuestro párroco el padre Andrés y el padre Ángel sientan cercana en todo instante la especial protección de María Santísima particularmente en los instantes de sus desconsuelos y soledades en el ejercicio de sus actuales misiones
* Señor, Tú que nos presentas una mesa vacía para que nosotros la llenemos de pan, te pedimos por los pobres;
- para que en este día de la Caridad descubran en nosotros la mano amiga de Jesús, la mano maestra de la Iglesia, la mano comprometida del Espíritu.
+ Tu entrega da la vida al mundo. Te pedimos por todos los que no creen.
- Para que la procesión del Corpus les lleve a sus corazones y a sus sentimientos la presencia de un Dios que sale a la calle para ir al encuentro de hombres y mujeres.
ORACIÓN FINAL
La hondura del Amor divino que se refleja en este salmo y la dicha de vivir con la seguridad de la protección de ese Dios-Amor, para el cristiano se ha visto cumplida plenamente en la presencia sacramental de Cristo y en su compañía en el Sagrario:
Tú que habitas al Amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en Ti".
El te librará de la red del cazador, de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás:
Su verdad es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía.
Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha;
a ti no te alcanzará.
Nada más mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa.
o se acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos;
te llevará en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones.
"Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré,
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación".
AVE MARIA Y GLORIA
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