Muchísimos napolitanos
atrapados por la gran devoción al principal patrono de la ciudad, S.
Genaro, y por el espectacular milagro de la sangre licuada, (tres veces al año:
1- la octava del primer sábado de mayo;
2- la octava de 19 de septiembre;
3- 16 de diciembre).
Han olvidado que el primer obispo de la naciente comunidad cristiana en Nápoles fue S. Aspreno, mientras que San Genaro fue obispo de Benevento y martirizado en Pozzuoli.
Aspreno vivió entre el I y II,
siglo D.C. Según el Calendario Marmoreo Napolitano, una antigua estela en la
que están los nombres de los obispos de Nápoles hasta el siglo IX, indica que
su liderazgo pastoral sería de aproximadamente 23 años.
Su vida transcurrió durante el tiempo de Trajano y Adriano. Es
particularmente reconocido por el amor para con los pobres y ha
demostrado siempre disposición a cualquier persona sin tener en cuenta la clase
o condición social, y su especial carisma fue acrecentar la comunidad cristiana
napolitana.
De su vida no sabemos nada de cierto, pero una antigua leyenda, recuperada y reordenada narra que San Pedro, fundada la Iglesia de Antioquía, dirigiéndose a Roma con algunos discípulos, pasó por Nápoles y curó de un mal a una anciana, quien se convirtió, y que luego sería la que se conoce con el nombre de Santa Cándida la Vecchia.
Cándida habría llevado hasta la
presencia de San Pedro al propio Aspreno, también enfermo.
Cuenta la leyenda que cuando
Aspreno se curó, se convirtió al cristianismo.
San Pedro, antes de abandonar
Nápoles, lo consagró obispo de ésta ciudad, porque en poco tiempo
la comunidad cristiana era amplia y necesitaba de un pastor.
El obispo Aspreno habría hecho
construir la iglesia de Santa Maria del Principio, la que después sería la
Basílica de Santa Restituta que es la Catedral de Nápoles. La leyenda atribuye
a Aspreno la fundación de la Basílica de San Pietro ad Aram, la primera iglesia
napolitana, donde Pedro habría celebrado una Misa. El santo obispo murió lleno
de méritos, y muchos milagros se han obtenido a través de su intercesión.Fue
sepultado, según la tradición, en el Oratorio de la iglesia de Santa María del
Principio.
Algunos estudios mas reciente
aceptaron que fueron puestos en las catacumbas de San Genaro, en la Basílica
superior, no muy bien conservadas están las imágenes de los 14 obispos
Napolitanos.
El Obispo John Scriba (842-49)
llevó los restos a la Basílica Stefanía y San Aspreno fue sepultado bajo el
altar de la capilla dedicada a él.
En la Capilla del tesoro de San Genaro, que se encuentra en la Catedral,
está junto con los bustos de plata de San Genaro y otros cincuenta protectores
de Nápoles el bastón con el que el apóstol Pedro le curó la enfermedad.
San Aspreno fue el primer patrón de Nápoles, pero en 1673, la devoción se desplazó en segunda posición después de San Genaro.
Es particularmente invocado para curar la migraña, y su fiesta litúrgica es recordada en el Martirologio Romano y en el Calendario Marmoreo el 3 de agosto.
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