Obispo y doctor (1696-1787).
Casi todos los Santos traen un "mensaje" para la Iglesia y surgen
cuando el pueblo de Dios los necesita. San Alfonso María de Ligorio ha legado a
la Iglesia un mensaje que no pasa de moda y que siempre es de palpitante actualidad:
1) Profunda vida y sabia doctrina sobre la
oración.
2) Devoción tierna y transformante a
la Sagrada Eucaristía.
3) Filial devoción a la Virgen
María.
Mensajes todos estos prolongados hasta nosotros
por dos conductos: Su vida y sus preciosas Obras, y por medio de sus hijos los
Redentoristas que heredaron su espíritu. Perteneció a una familia noble
napolitana. A los siete años ya lo ponen a estudiar las letras clásicas. A los
doce se matricula en la universidad y a los dieciséis ya es investido con la
toga de doctor en ambos Derechos. Estudia las lenguas
modernas, esgrima, arte, música y pintura que después le servirá todo esto para
su apostolado.
Su padre le había preparado un ventajoso y
lujoso matrimonio, pero Alfonso abrazó el camino de seguimiento de Cristo en el
sacerdocio.
Se ordenó sacerdote en el año 1726. Aquel mismo día hizo este
propósito: "La Iglesia me honra concediéndome este don, yo procuraré
honrar a la Iglesia trabajando incansablemente por ella, con mi pureza, con mi
santidad".
Se entregó a recorrer toda Italia predicando
Misiones populares y escribiendo preciosos tratados sobre todos los temas que
sabía interesaban al pueblo fiel: Moral, Catecismos, Sermones, Visitas al
Santísimo, Tratados sobre la Virgen María.
Las Glorias de María será su obra
inmortal juntamente con sus tratados de Teología Moral en la que hasta ahora
goza de una gran autoridad.
El año 1732 funda la
Congregación de los Redentoristas para que sigan su obra.
A sus 66 años el Papa Clemente XIII le
obliga a aceptar ser obispo de Santa Águeda de los Godos. Es un padre y un
Pastor maravilloso. No pierde un instante por formar a los demás y por
santificarse él. El Padre bueno le llama a sus 91 años, el 1 de agosto de 1787.
Oremos
Dios nuestro, que propones constantemente a
tu Iglesia nuevos modelos de vida cristiana, apropiados a todas las
circunstancias en que puedan vivir tus hijos, concédenos imitar el
celo apostólico que desplegó el santo obispo Alfonso María de Ligorio por la
salvación de sus hermanos, para que, como él, lleguemos también a recibir el
premio reservado, a tus servidores fieles. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo.Amén.
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