viernes, 6 de noviembre de 2009

Evangelio del Domingo, 8 de Noviembre. San Marcos 12,38-44


Veni Creator Spiritus - Canto Gregoriano
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 12, 38-44


En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les decía:

¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo: - Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.



Palabra del Señor

Comentario del párroco:

Jesús observa. Para Jesús nada pasa desapercibido, ve lo profundo del corazón de cada uno de nosotros, sobre todo observa nuestra intención.

Por eso en este Evangelio Jesús nos quiere dejar claro que lo importante no es la cantidad, sino la calidad de lo que damos o hacemos. No consiste sólo en dar mucho de nuestro tiempo, o de nuestro esfuerzo, o incluso de nuestro dinero, etc. Sino de que lo que demos, sea de calidad. El valor que tienen las cosas y los gestos, no lo da el dinero que eso aporta, sino el amor con que hacemos lo que hacemos, y el Amor no tiene precio.

Pues justamente es esto lo que a Jesús le importa: el Amor con que damos o hacemos las cosas. Es decir que lo que demos o hagamos, hemos de darlo y hacerlo con amor, si no de nada sirve. Y aunque sé que no corresponde a ninguna lectura de este domingo, os recomendaría que le echáseis un vistázo a la 1Cor 13, conocida como el himno al Amor, que además creo que describe perfectamente el Amor que Dios nos tiene y que nos enseña a tenerlo unos con otros.

Amemos a Dios con todo el corazón con toda el alma y con todas nuestras fuerzas y eso nos llevará a amar a los que nos rodean como a nosotros mismo.

Amemos sirviendo y sirvamos amando.

Que el Señor nos bendiga a todos y nos ayude a llevar esto a la vida,


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