Hoy hace un año que en tan glorioso día de nuestro Patrón Santiago, y a la vez, tras un duro viaje de peregrinación por esos senderos , valles y montes, dos feligreses de nuestra parroquia llegamos hasta la Plaza del Obradoiro, y una vez dentro del Templo que 800 años le contemplaba, tras asistir a la misa de los peregrino, respirar el incienso del Botafumeiro y participar en la Santa Eucaristía, tuvimos el privilegio de abrazar la imagen del Santo patrón y rogarle por todos los feligreses de esta parroquia y como no...por nosotros y familiares.
Muchas heridas en los pies ya olvidadas y una inmensa alegría es la que nos embarga para recordar esos momentos. Desde aquí, os invitamos. No hace falta ser un superdotado para llegar con ilusión, fe y amor hasta Santiago de Compostela.
Santiago, Apóstol (s. I ) Hijo de Zebedeo, hermano de Juan y del grupo de los Doce. Natural de Betsaida. Presenció los principales milagros realizados por el Señor. Su acción apostólica inicada en Judea llegó hasta los confines de Occidente.
Vuelto a Palestina murió mártir por orden de Herodes en el año 44. Sus
restos fueron trasladados a España a la ciudad que lleva su nombre, siendo su
tumba uno de los puntos principales de peregrinación de toda la
cristiandad. Epístola del Apóstol
Santiago (análisis) La carta de Santiago es la primera
entre las siete Epístolas Católicas, llamadas así porque no tienen generalmente
destinatario especial y se dirigen universalmente a toda la
cristiandad.
San Jerónimo las caracteriza como sigue: «... Son tan ricas en misterios como sucintas, tan breves como largas: breves en palabras y largas en sentencias. De modo que habrá pocos que al leerlas no tropiecen con algunos lugares obscuros....» El autor, que se da a si mismo el nombre de «Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo», es el apóstol Santiago el Menor, hijo de Alfeo y de Cleofás (Mat. 10, 3) y de María (Mat. 27, 56), hermana es decir, pariente, de la Santísima Virgen. Por su parentesco con Jesucristo, Santiago a veces es llamado hermano del Señor (Gál. 1, 19); cfr. Mat. 13, 55 y Mar. 6, 3 ).
Tiene también el honor de ser contado entre las columnas, o Apóstoles que gozaban de mayor prestigio en la Iglesia (Gál. 2, 9 ). Por la santidad de su vida ejercía grandísima influencia, especialmente sobre los judíos, pues entre ellos ejerció el ministerio como Obispo de Jerusalén. Murió martir el año 44. Escribió la carta no mucho antes de padecer el martirio, y con el motivo de fortalecer a los cristianos, convertidos del judaísmo, que a causa de la persecución estaban en peligro de perder la fe y entregarse a una vida desenfrenada.
Dirígese, por tanto, a « las doces tribus que viven
dispersas «, esto es, a todos los hebreo-cristianos dentro y fuera de Palestina
( cfr. Rom. 10, 18 ).
El estilo es conciso, sentencioso y rico en imágenes, desarrolladas en un
ambiente de espiritualidad. Por ser un documento apóstolico del amor a los
pobres y explotados, esta carta se llama con toda razón el Evangelio social.
Oremos
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de
entre los apóstoles en derramar su sangre por la predicación del Evangelio,
fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y confórtala con su
valiosa protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
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